Reto 4: "Alfabetización digital de mujeres en entornos rurales". Un proyecto Next Generation para transformar la sociedad.

Un ejemplo de proyecto donde se podría utilizar las conversaciones dialógicas como herramienta para la consecución de un objetivo de la Agenda 2030, es el proyecto de alfabetización digital de mujeres en entornos rurales financiado por los fondos Next Generation,

El proyecto tiene como objetivo la implementación de un programa de alfabetización digital para mujeres en áreas rurales donde la brecha digital es alta. El objetivo principal es promover el acceso a la tecnología y la capacitación en habilidades digitales para lograr la igualdad de género y el desarrollo sostenible (ODS 5 y ODS 9).

Para implementar el proyecto, se podría llevar a cabo un proceso participativo que involucre a las mujeres, líderes comunitarios, educadores y representantes del gobierno local. Como objetivo, discutir las necesidades y demandas de las mujeres en cuanto al acceso y uso de la tecnología, y definir las estrategias y herramientas adecuadas para el éxito del programa.

Durante el proceso participativo, se llevarían a cabo conversaciones dialógicas que permitan a las mujeres expresar sus necesidades, deseos y preocupaciones en cuanto al acceso y uso de la tecnología. Se trataría de un diálogo horizontal donde se promueva la participación activa y la inclusión de todas las voces.

Además, se podría utilizar el enfoque de aprendizaje basado en problemas para fomentar la participación de las mujeres en el proceso de alfabetización digital, permitiéndoles identificar y resolver problemas cotidianos mediante el uso de la tecnología.

Durante el proceso de alfabetización digital, se continuaría utilizando conversaciones dialógicas para monitorear y evaluar el programa, permitiendo a las mujeres expresar sus opiniones sobre el proceso y ajustar el programa en función de sus necesidades.

En resumen, la utilización de conversaciones dialógicas en un proyecto de alfabetización digital para mujeres en entornos rurales permitiría promover la participación activa de las mujeres y la inclusión de todas las voces, identificar las necesidades y preocupaciones de las mujeres y ajustar el programa en función de sus necesidades, lo que a su vez contribuiría a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 y a la utilización efectiva de los fondos Next Generation.